En el país de la nube blanca. Sarah Lark.

Hoy os traigo la última novela para mi reto de 13 lecturas que supone mi lectura número 11. Como os comenté en mi última reseña aún tengo pendientes el novelón y la biografía, pero ahora mismo estoy enganchada a la trilogía de Sarah Lark y quiero leermelos todos seguidos.

Esta novela era una de mis lecturas más deseadas debido al éxito que ha tenido y de lo mucho que había escuchado hablar sobre ella, así que cuando empecé el reto tuve claro desde el principio que quería que fuera una de mis lecturas para este año.

Sinopsis

 Londres, 1852: dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Gwyneira, de origen noble, está prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, institutriz de profesión, ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero. Ambas deberán seguir su destino en una tierra a la que se compara con el paraíso. Pero ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo? 

"En el país de la nube blanca", el debut más exitoso de los últimos años en Alemania, es una novela cautivadora sobre el amor y el odio, la confianza y la enemistad, y sobre dos familias cuyo sino está unido de forma indisoluble.

Mi opinión. Cuando escribo una reseña no me gusta desgranar mucho sobre la historia, pero por otro lado hay mucho que contar sobre esta novela ya que sus más de 700 páginas dan para mucho. La verdad es que he tardado en escribir mi opinión porque no sabía ni por donde empezar, así que intentaré dar unas breves pinceladas de mis sensaciones con esta lectura.

La podríamos describir como una saga familiar donde hay espacio para la historia, el drama, el romanticismo, conocer el costumbrismo de la época, acercarnos a otras culturas... Con todo ello, se convierte en una historia muy entretenida, explicada con un lenguaje sencillo y con descripciones suficientes para hacerte una imagen del entorno, pero sin ser cargante.

Las dos protagonistas tienen una personalidad bien definida, cada una de ellas con un temperamento muy diferente y diría que contrapuesto, por lo que es fácil poder sentir afinidad por alguna de las dos. El peso de la trama recae sobre Helen y Gwyneira, aunque los otros personajes también tendrán sus momentos de protagonismo en función de la importancia que tenga su papel para la vida de las protagonistas.

El ritmo es algo incostante por lo que no ha conseguido tenerme enganchada de la misma manera durante toda la historia, aunque en mi opinión suele ser algo normal en novelas tan extensas. El principio me pareció algo lento y tenía la sensación de que las páginas pasaban muy despacio. Cuando las dos protagonistas llegan a Nueva Zelanda fue cuando la historia realmente consiguió atrapar mi interés,  y al final hay unos saltos temporales más grandes, lo que acelera la sucesión de acontecimientos y te deja con la miel en los labios para continuar con la segunda parte de la trilogía.

La novela tiene otros atractivos que la han hecho más entretenida a mis ojos, como la ambientación de la mayor parte de la novela en granjas de ovejas y las explicaciones sobre su administración, el marco temporal que nos permite conocer los inicios del desarrollo de Nueva Zelanda en la época colonial y por último la pasión de Gwyneira por los caballos y perros, animales que me apasionan.

La novela en conjunto me ha gustado muchísimo aunque al principio no consiguiera engancharme, me ha parecido una lectura muy entretenida que bien merece el esfuerzo de leer la trilogía.

Como os he comentado antes, mi intención es leer la trilogía completa de un tirón, es por eso que tengo la sensación que todavía no puedo dar una opinión final sobre la historia.

Ahora mismo estoy leyendo La Canción de los Maoríes y puedo adelantaros que me está gustando aún más que el primero.

A continuación podeis encontrar el resto de mis reseñas.

Feliz lunes!!!

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