Searching for sugar man

Sixto Rodríguez, fué un cantautor de Detroit de ascendencia mexicana, que grabó dos álbumes a principios de los 70. A pesar de la gran calidad de su música y de las letras de sus canciones, para sorpresa de sus productores los discos no tuvieron éxito, truncando la carrera musical de Rodríguez.



Su obra llegó a Sudáfrica de la mano de una visitante del país desde EEUU, que comparte con sus amigos las canciones del artista. Su música cala hondo en los jovenes sudafricanos y se extiende rápido, haciendo muy popular a Rodriguez, convirtiéndolo en la voz del movimiento contra el apartheid, y en  inspiración para la música protesta de los incipientes artístas sudafricanos.

Pero nadie sabe quién es Rodriguez, lo que crea un halo de misticismo alrededor del artista. Llegan a divulgarse falsas leyendas sobre su muerte, como la de su autoinmulación sobre el escenario, o que se pegó un tiro ante todos los espectadores después de una actuación.

A mediados de los años 1990, dos hombres llamados Stephen Segerman y Craig Strydom, deciden investigar para conocer quien fue Rodriguez y el motivo real de su muerte. Cuando empiezan las investigaciones, para su sorpresa descubren que en EEUU nadie conoce al artísta llamado Rodríguez. Siguiendo la pista del dinero que pagan las discográficas sudáfricanas por los derechos del autor, consiguen localizar al propietario del primer sello discográfico con quién trabajó el artísta. A través de él, consiguen encontrar a su primer productor. Se ponen en conctacto y le explican al sorprendido productor sobre el éxito que ha tenido la música del artísta en Sudáfrica. Cuando le preguntan que les explique como murió Rodríguez realmente, el productor se sorprende:

- ¿Muerto? ¡¡Rodríguez, no está muerto!!
 
Crean una página web para recopilar más información, y sorprendentemente, la hija mayor de Rodríguez la encuentra y se pone en contacto con ellos, dejándoles un mensaje con todos sus datos para que puedan contactar con ella. Después de una larga conversación, los investigadores le piden que les gustaría hablar con su padre, y a las pocas horas, el artísta se pone en contacto con Stephen Segerman. Por fin, han localizado a Sugar Man.

Y a partir de esta parte del documental, se empieza a desmitificar al artísta y conocémos  al hombre y su auténtica vida.

Es una historia increíble, y lo más sorprendete para mí es como el sueño del artísta de tener éxito con su música se hizo realidad, pero él no estuvo en su propio sueño para disfrutarlo. Mientras en Sudáfrica era un icono, Rodríguez trabajaba muy duro en la construcción para sacar a su familia adelante. A pesar de todo, asume su desconocido éxito sin ningún dramatismo y con gran humildad.

Rodríguez  ha visitado Sudáfrica en varias ocasiones para deleite de sus fans y ha dado varios conciertos en el país. Pero a pesar de ello, sigue viviendo humildemente, ya que el dinero recaudado en los conciertos fué donado por el artísta.

Searching for sugar man, es una historia que emociona, impresiona y conmueve. Es una oportunidad de conocer al hombre, al artísta y su música, y de como los caminos del éxito pueden ser largos y dar muchas vueltas, y en alguna ocasión, incluso seguir sin tí.