¡¡Que bonita es Mallorca!! No es la primera vez que visito nuestra isla vecina, pero sí que hacía muchos años que no la recorría y sin duda, con esta visita me ha reconquistado el corazón. Hoy empiezo una serie de posts para compartir con vosotras un poco sobre mi viaje en Mallorca durante las vacaciones de Semana Santa. Fueron tres días intensos en los que vimos e hicimos muchísimas cosas. Es una isla con una gran oferta de ocio y muchos lugares bonitos que merecen la pena conocer, y con la ventaja de que las distancias no son excesivamente largas y puedes visitar varias cosas en un solo día.
El primer día recorrimos la Sierra de Tramuntana en coche y visitamos el Monasterio de Lluc. Para mí, la palabra que definiría este lugar es: Paz. Supongo que la mezcla de espiritualidad del lugar y sus hermosos paisajes hicieron que me sintiera así. Paseamos por el jardín botánico, escuchamos el canto de los niños de la escolanía, visitamos el museo y nos relajamos disfrutando de la belleza del entorno. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo unas fotos.