Adoptar un perro. Mi experiencia

9 jul 2015


Hoy os traigo un post que hace muchísimo tiempo que tengo en mente: mi experiencia con la adopción de animales. Cuando leo vuestras entradas hablando de vuestras mascotas, me apetece mucho compartir la historia de Doty, la preciosa Samoyedo que me acompañó durante siete años de mi vida.


Su llegada fue una larga espera, ya que desde muy niña tuve ganas de tener un perro, pero no fue hasta que me convertí en adolescente que me dejaron tener uno en casa. Hacía unos meses que nos habíamos mudado a una casa más grande con huerto, cuando leímos un reportaje en el diario local que hablaba sobre la perrera, y la cantidad de perros que estaban esperando ser adoptados. Se lo enseñé a mis padres y al parecer les convencí de que sería una buena idea salvar la vida a uno de esos perros, porque a los pocos días mi padre me llevó a mi y a mi hermano a escoger nuestra primera mascota. Al salir de casa, yo ya tenía claro que quería escoger un perro adulto porque leí que eran los que menos se adoptaban y los que más corrían peligro de ser sacrificados. La condición que puso mi madre es que fuera un macho.

Por el camino me preocupaba como podría escoger el perro más adecuado para nosotros. Pensaba que sería una elección muy dificil, pero en realidad nos costó muy poco, porque hubo un animal que llamaba la atención por encima de los demás con sus ladridos ensordecedores y su mirada simpática. Recuerdo que me pareció algo viejo, pero una vez que lo vi no me pude fijar en ningún otro perro. Ya nos había conquistado, así que en ese mismo instante decidimos llevarnorlos y llamarlo Tom. Nombre de macho, porque ese es el sexo que nos dijo el cuidador que tenía el animal.

Al llegar a casa estaba bastante inquieto, y lo primero que hicimos fue dejarlo a su aire por el huerto para que inspeccionara el entorno. Lo siguiente que hicimos fue darle un buen baño, porque su espeso pelaje estaba muy sucio. Y fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de un detalle... Tom era en realidad una hembra. Por suerte, mi madre no nos hizo ir a cambiarla por un macho, creo que ya todos nos habíamos encariñado con ella. Así que algo que en un principio temí que fuera un problema, se solucionó con un cambio de nombre. A partir de ese momento pasó a llamarse Doty. 


A medida que pasaban las horas, con su pelaje limpio y su caracter activo, me di cuenta de que en realidad no era tan vieja como me había parecido al principio, sino que su aspecto descuidado le hacía parecer mayor. Al día siguiente, para asegurarnos que estuviera bien de salud, fuimos a una visita al veterinario. Como no conociamos si estaba vacunada o no, nos recomendo que para asegurarnos debíamos darle las vacunas obligatorias y así tener su cartilla médica al día, además de recomendarnos una serie de alimentos veterinarios para que estuviera bien alimentada, ya que aunque su salud estaba bien, su aspecto delataba que necesitaba nuestros mejores cuidados.

Los primeros días fueron de adaptación para las dos partes. A ella se la veía tristona, lloriqueaba y estaba inquieta. No sé cuanto tiempo pasó en la perrera, pero se le notaba que estaba totalmente desubicada y que no entendia lo que estaba pasando. No estaba muy acostumbrada a pasear, porque a penas sabía ir con la correa, y se agotaba enseguida. Hacía sus necesidades en cualquier parte. Pero con el tiempo, cariño y paciencia, Doty aprendió muchísimas cosas nuevas. Se adaptó a nuestra familia, se puso preciosa gracias a nuestros cuidados y se convirtió en una perra alegre y activa. Se puso en forma y se convirtió en una gran excursionista y amante de la playa. Aprendió a ir con correa por la calle, a hacer sus necesidades sólo en lugares de tierra, a esperarme en la entrada de las tiendas cuando me la llevaba a hacer recados. Es increíble lo felices que les haces que les enseñes cosas y los motives. 

Y así pasaron los años, llenos de experiencias y aprendizajes irrepetibles. Montones de recuerdos, que aunque ya han pasado unos diez años desde que se fue, siempre formarán parte de mí. Quiero pensar que fue una perra feliz, que en la segunda oportunidad que tuvo después de ser abandonada, aprendió muchas cosas, la quisimos, la cuidamos y le regalamos muchos momentos divertidos.


La adopción es una experiencia muy bonita, que yo he vivido y recomiendo. Cuando queremos tener una mascota, comprendo que siempre hace más gracia tener un cachorro, porque son muy monos y es divertido verlos crecer. Pero si te gustan los animales, te recomiendo que pruebes a adoptar un perro adulto al menos una vez en tu vida. Hay muchos perros esperando una nueva oportunidad encerrados en perreras.  Es bonito ver un cachorro crecer, pero también es muy bonito ver como un ser que ha sufrido resurge gracias a tu cariño y tus cuidados. 

Si quieres saber lo que es realmente vivir con un ser agradecido, adopta. Salva una vida.

18 comentarios:

  1. mi hermana adoptó el año pasado a un pequeñin, estamos toda la familia enamorados de él.
    Y eso que ella decia que yo estaba chiflada porque tengo dos pitufos peludos y cuando me veia hablar con ellos pensaba que estaba loca. Ahora está ella peor que yo jajaja
    Preciosa tu perrita

    Besinosss

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    1. Jajajaja, a veces la gente no puede entender la relación que llegamos a tener con nuestras mascotas hasta que ellos mismos tienen una!!!

      Un besazo guapa

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  2. ¡Genial consejo! Es que adoptando encima salvas una vida. Y mira que son cariñosos después, ¿verdad?

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    1. ¡¡Cariñosos y agradecidos!! Grandes amigos y compañeros que te dejan muy buenos recuerdos!

      Gracias por comentar. Un saludito

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  3. Hola^^
    Ay, Doty era preciosa *___*
    Yo siempre he querido tener un perro, pero vivo en un piso pequeño y ahora encima con mi padre en silla de ruedas, pues no hay ni espacio ni tiempo para cuidar bien de un perrito. Pero sé que cuando me independice adoptaré a uno, porque son los amigos más fieles que puedes tener.
    besos!

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    1. Hola guapa! La verdad es que una mascota requiere tiempo, y es mejor adoptar cuando realmente estamos seguros que podremos darles la dedicación que necesitan. Cuando te independices será un momento genial, yo me llevé a Doty conmigo cuando me independicé y fue una gran compañía para mí. Hace más de un año que quiero adoptar un nuevo compañero, pero de momento no he encontrado el momento oportuno. Si vuelvo a dar ese paso, os lo haré saber!

      Besos

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  4. Mis abuelos adoptaron hace un par de años una perrita un poco mayor que estaba en la perrera y ha revolucionado la vida de todos jajajaja

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    1. jajajaja, genial!!! Seguro que les hace muchísima compañía y les regala muchos momentos de alegría!

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  5. Mi perro y mi gata son de protectora...y es que no los puedo querer más! Solo de pensar que podrían quedarse allí para siempre...ufff!!!
    Si es que se hacen querer!

    Besitos!

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    1. Siiiiii da penita que por la irresponsabilidad de la gente puedan acabar siendo tan desgraciados!! Cuando entran en tu vida es dificil imaginarte volver a estar sin ellos!

      Besitos

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  6. Una historia preciosa y una preciosa perra.
    Besos!!!

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  7. Qué bonito :) Pues sí, los bichitos adultos también merecen oportunidades :)

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    1. Gracias!!! Pues sí, son los que más la necesitan porque los cachorros enamoran más facilmente! Un besito

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  8. No he tenido nunca perro y me temo que hasta que me independice no voy a poder ): Adoptar es lo mejor que se puede hacer, igual da que sea mayor o chiquitín, todos merecen una oportunidad :D

    Un besazo!

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  9. me parece un acto de generosidad y amor
    tener un perro para mi es lo mejor que me ha pasado
    que sepas que me acuerdo mucho de ti

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  10. Qué historia más bonita! Adoro los perros, y ojalá tuviera un huerto o casa de campo para adoptar como hiciste. Lo mejor que se puede hacer. Un besito

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  11. ¡Cucu preciosa!
    Ains... qué historia más bonita.
    Nosotras vivimos en piso pequeñito y para perro no nos da, pero tenemos un gato que me encontré en la calle cuando era un pequeñín de ojos azules que acababan de destetar.
    Debería de haber más personas que adoptaran en lugar de comprar...
    Besos y abrazos

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